El pasado 25 de julio murió a los 59 años víctima de un cáncer el primer bailarín del Royal Ballet de Londres David Ashmole, uno de últimos exponentes del concepto de bailarín noble y producto genuino de la Escuela inglesa. Había nacido el 31 de octubre de 1949 en Cottingham (Yorkshire) y comenzó a estudiar en la Kilburgn School (Wellingborough), de donde pasó a la Royal Ballet School. Entró en la compañía en 1969 y en 1972 adquirió la categoría de solista. Ya en 1970 dobló el papel a Nureyev, que se fijó celosamente en él, dentro del reparto de “The ropes of time”, una creación del holandés Rudy van Dantzig, que no ha sobrevivido en el repertorio.
Fue bajo la breve dirección de Kenneth MacMIllan que Ashmole ascendió al rango de “principal”. Ya en esta época, Ashton le asignó papeles en sus obras, como el Colas de “La fille mal gardée”; en “El sueño” o en “The two pigeons”.
A David Ashmole, que fue precoz, le tocó alternar escenario y repertorio en su ascensión con dos señalados artistas: Anthony Dowell y Rudolf Nureyev, lo que es a todas luces una desventaja que se tradujo en un cierto ostracismo. La crítica anglosajona lo consideraba el más refinado exponente de bailarín clásico de su generación, y que sus encarnaciones de Albrecht en “Giselle” o Sigfrido en “El lago de los cisnes” eran canónicas. Otros de sus roles eran el del atleta en “Les Biches” (Nijinska); el Benvoglio en “Romeo y Julieta” (MacMillan), lo mismo que el Príncipe Desirée en “La Bella Durmiente”, el Franz de “Coppelia” o el Poeta en “Las Sílfides” (Fokin). En otra ocasión, se le encargó el estreno británico de “Dance at a gathering” de Jerome Robbins, en un reparto que contaba con Dowell, Nureyev y David Wall. MacMillan siguió contando con él, como en “Las cuatro estaciones”, pero en 1976, ante la situación de desventaja y rivalidades, decide trasladarse al Sadler´s Wells Royal Ballet, bajo la dirección de Peter Wright, llegando su época de florecimiento profesional. Allí participa en 1982 con Ninette de Valois en la recuperación de “Checkmate” (1937), uno de los pilares de la coreografía británica moderna, y de la que la BBC hizo un filme con Margaret Barbieri, David Bintley y el propio Ashmole como el Rey Rojo.
Mirando su apuesta línea y su baile elegante, Wright le hace protagonizar “Summertide”. También aparece en varias creaciones de Bintley como “Homage to Chopin”, “Night moves” y la gran producción “El cisne de Tunela” (Sibelius). Volvió a bailar esporádicamente en Covent Garden y fue “partenaire” de Margaret Barbieri, Marion Tait y Galina Samsova, con quien estrenó en 1981 una versión de “Lago de los cisnes”. En 1982 MacMillan le llama para “Quartet” (Verdi) y encabeza la inclusión en el repertorio inglés de “5 tangos” (Van Manen).
Pero en 1984 se decide a la aventura y parte a Australia, en cuyo ballet recala como primera figura masculina cuando dirigía la compañía austral Maina Gielgud e hicieron un filme sobre “La bella durmiente”. Su último gran papel allí fue en el “Orfeo” de Glen Tetley, pasando después a labores de ensayador. Volvió al Reino Unido en 1999 como profesor de materia clásica en la London Studio Centre, y se mantuvo como maestro invitado en compañías clásicas como las de Birmingham, Tokio o Sydney. Estaba casado con la exbailarina y maestra Petal Millar.
© 2009 Roger Salas / © EL PAIS
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